12 de marzo de 2008

Ofrenda de Miércoles Santo


Me has visto crecer día tras día, mes a mes, un año detrás de otro. La gente dice que no tengo ojos para ti. La gente que no me conoce o que no quiere conocerme.

Sé que estás acostumbrada a mirar de reojo hacia tu izquierda para buscarme. Pero creo que no te importa. Porque lo que más quieres en el mundo es a tu Hijo. Y en el fondo te alegras de que siempre haya estado pegadito a Él. Desde pequeño no me he retirado nunca de su vera. No sé lo que es estar lejos de Él. Es verdad que tampoco me lo he planteado nunca.

Por eso, en ésta mi primera Semana Santa en la blogosfera, quiero dedicarte la “entrada oficial del Miércoles Santo” y darle un trincherazo a “lo que dise la gente”. Sabes que mi momento cumbre en nuestro día, tiene lugar en el oratorio improvisado en el que se convierten los 40 centímetros que hay entre tu palio y la pared. Cuando trazo la línea de oración que pasa por Tus manos, roza Tu perfil y termina en el Hombre de las Manos abiertas, tu Hijo. Esa es la perspectiva íntima que se clava en mi corazón cuando quedan solamente unas horas para que todo comience, y para que todo acabe.

Cuando quiero contemplarlo en Su Soberano Poder, ya ves, me pongo junto a ti.

Este año te ofrezco mi Estación de Penitencia, a 7 tramos de distancia.

Te espero en Villasís, cuando estés a punto de llegar a tu Tahona, cuando ya es más Jueves que Miércoles. Ahí estaré como he estado siempre, donde no te he fallado nunca.

Ya sabes Reina, dentro de una semanita. Y por último, intercede por todo el que necesita estar junto a Él, por mi gente, y ¿como no?, por estos “locos” que se asoman a esta casa.
Lo que quiero para mí, lo sabe tu Hijo…

11 comentarios:

orfila dijo...

La foto, de Don Roberto.El texto, de mi corazón.

Anticipo que mi atención al blog tendrá como último día mañana.

Volveré cuande el Señor vuelva a resucitar en Sevilla.

Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Me has vuelto a hacer llorar.

En fin, sólo puedo decirte que también estaré ahí, a tu lado, y.... que te adoro.

Fdo. Puente de Barcas.

Adri y Jose dijo...

Pero que crack eres, Orfila; vaya texto... Y vaya piropo de Puente de Barcas.
Para mi, la Virgen de tu Hermandad es una de las grandes desconocidas de la Semana Santa.
Que disfrutéis mucho la próxima Semana.
un abrazo

J. Iván Martín dijo...

Impresionante Orfila, un texto bellisimo... espero que no nos llueva y que el dia de San José cada uno acompñemos a nuestros amados titulares...

Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Precioso.

Que tengas una feliz estación de penitencia.

Un abrazo.

el aguaó dijo...

Amigo, totalmente comprensible tu desaparición del mundo blog.

En cuanto a tu texto. No se puede añadir mucho más cuando las palabras salen del corazón.

Feliz Estación de Penitencia amigo Orfila.

Un fortísimo abrazo.

P.D. Te veré.

M. Andréu dijo...

Yo abandono mi blog el próximo Viernes de Dolores. Por las mismas razones que tú. También volveré cuando se cierren las puertas de Santa Marina.

Mañana Viernes de Dolores será el día en el que cuelgue mi última entrada antes de la Semana Santa.

Te diré como adelanto que me ha salido un poco larga, pero me merece la pena. En ella podrás saber, muy brevemente, cómo es mi Semana Santa y lo que sigo -después de tantos años- sintiendo cuando veo en la calle al "Hombre de las manos abiertas"...

Feliz Estación de Penitencia, amigo.

orfila dijo...

Miguel, la foto de la salida que he puesto arriba a la derecha, es de hace muchos años...

M. Andréu dijo...

Pues si es de hace muchos años, quién sabe quien puede estar por ahí...

Anónimo dijo...

Palquillo
Que decir sobre un texto que efectivamente sale del corazón y de las vivencias de un buen amigo, de un buen hermano.
Son como bien has dicho las vivencias de esos 40cm, entre ese palio y la pared las que solo unos pocos hemos disfrutado previas a la explosión horas mas tarde, y como tu bien sabes, en lo que a mi respecta (tocado y hundido, hermano, no puedo ocultar mi capita roja).
Solo desearte lo mejor para nuestro miércoles santo, y decirte que a tu lado estará mi hombro para lo que sea menester hermano.

Anónimo dijo...

Palquillo.
No pudo ser, el de blanco y su bendita madre lo quisieron así.
Ayer hermano, tuve que abusar de los cuarenta centimetros de nuevo, aunque esta vez no de la forma que yo hubiese querido, eran tantas las cosas que hervían en mi cabeza..., me voy con la sensación de que me ha faltado tiempo, tiempo de pedirles mas a los que en la capilla reposaban, de acumular mas vivencias de las que por suerte pude acumular, de conocer mas gente que como tu, me han enseñado tantas cosas dentro y fuera de un paso.
Año extraño, año de cambios, de despedidas, ...quizás sea mejor hacerlo así, por la puerta trasera y sin hacer ningún ruido que es como debería hacerlo todo el mundo, pensando que estamos de paso y que lo único que debe perdurar es la hermandad.