Querido Hermano:
Hace poco te di la dirección de esta casa. Vaya ironía. Decirte a ti dónde está la calle Orfila. La dirección de ésta, vuestra casa, la sabe poquita gente. Y es que el aforo es reducido y yo, que me considero buen anfitrión, necesito tratar a todo el que me visita con el mayor de los desvelos.
Como dejas ver en tus comentarios, tu vida va a cambiar en breve. Y la nube de nostalgia (ya sin agua), que sacude mis sentimientos me mueve a escribirte unas líneas haciéndolas públicas en este foro.
Llegado este punto quiero darte las gracias por haber velado por mí, desde aquel lejano Sábado Santo del 92. Por haber puesto siempre tu mano sobre mi hombro. Por ser mi maestro debajo y por ser una referencia continua en lo que a la rectitud de una persona se trata. Ha pasado mucho tiempo, ¿verdad? Hemos visto de todo un poco, en el paso, en la Hermandad, fuera de ella…Y en todo lo que has tocado, de lleno o de refilón, has sentado cátedra.
Dices que “los de negro” te reservan el hueco aunque te bajes del avión el mismo Miércoles por la mañana. Eso no es cierto. “Los de negro” no te dan nada. Es El de blanco quien te reserva tu sitio. Mira qué curioso, que en este año perdido te había querido acercar un poquito más a Él. Si por mí fuera, tu sitio iría siempre vacío de no estar tú; (menos en la calle Tetuán y en el lomo de la entrada), tú me entiendes.
Les presento a ustedes a mi Hermano Anónimo, que se va a ir en silencio cerca de mi amigo Gazpacho hasta que Nuestra Madre de Regla le de un “chillío” para que se vuelva.
Un abrazo, Hermano de corazón morado y alma roja.
Hace poco te di la dirección de esta casa. Vaya ironía. Decirte a ti dónde está la calle Orfila. La dirección de ésta, vuestra casa, la sabe poquita gente. Y es que el aforo es reducido y yo, que me considero buen anfitrión, necesito tratar a todo el que me visita con el mayor de los desvelos.
Como dejas ver en tus comentarios, tu vida va a cambiar en breve. Y la nube de nostalgia (ya sin agua), que sacude mis sentimientos me mueve a escribirte unas líneas haciéndolas públicas en este foro.
Llegado este punto quiero darte las gracias por haber velado por mí, desde aquel lejano Sábado Santo del 92. Por haber puesto siempre tu mano sobre mi hombro. Por ser mi maestro debajo y por ser una referencia continua en lo que a la rectitud de una persona se trata. Ha pasado mucho tiempo, ¿verdad? Hemos visto de todo un poco, en el paso, en la Hermandad, fuera de ella…Y en todo lo que has tocado, de lleno o de refilón, has sentado cátedra.
Dices que “los de negro” te reservan el hueco aunque te bajes del avión el mismo Miércoles por la mañana. Eso no es cierto. “Los de negro” no te dan nada. Es El de blanco quien te reserva tu sitio. Mira qué curioso, que en este año perdido te había querido acercar un poquito más a Él. Si por mí fuera, tu sitio iría siempre vacío de no estar tú; (menos en la calle Tetuán y en el lomo de la entrada), tú me entiendes.
Les presento a ustedes a mi Hermano Anónimo, que se va a ir en silencio cerca de mi amigo Gazpacho hasta que Nuestra Madre de Regla le de un “chillío” para que se vuelva.
Un abrazo, Hermano de corazón morado y alma roja.
12 comentarios:
Palquillo
Me hiciste el mejor regalo que puedo llevarme pasado el charco, y ahora después de leer lo escrito (ya lo que me faltaba), va y se me pone la "barbilla temblona" acordándome de tantas cosas...
Las gracias se dan cuando alquien te ofrece algo a cambio de nada, y sin embargo yo me he cobrado con una amistad a cambio de lo que tu dices que cubre con creces lo que yo haya podido hacer.
Como bien dices es El de Blanco, el que me ha perdonado la penitencia que yo mimo me había impuesto (me dolía algo en el pecho este Miércoles Santo más que ningún otro año me había dolido el morrillo), pero lo vivido en los 40cms entre pared y palio, eso lo he compartido con muy poca gente.
En estos mismos intantes que estoy escribiendo, ya queda una semana menos para escuchar ese "chillío" de Nuestra Madre de Regla y acudir "a las obligaciones".
Un fuerte abrazo hermano.
Unos van y otros vuelven... Anónimo, ¿Y para donde te vas? Cuenta conmigo en lo que te pueda ayudar. Y no hablo por hablar: cualquier duda que tengas, ya sabes que esta zona me la conozco un poco
Un abrazo, buen viaje y sobre todo, disfruta
Palquillo
Gracias por el ofrecimiento "Gazpacho con arepa", voy un poco mas arriba que tu por lo que he podido ver, voy a Querétaro, México.
Igualmente disfruta en tu vuelta.
Bueno, aparecieron el destinatario y el aludido. Pues yo salgo ahora mismo para Los Barrios y el Puerto. Un poquito más cerca...
Un abrazo.
Encantado, querido Palquillo.
Lo primero que voy a hacer, con permiso del anfitrión, es darte la enhorabuena por ser amigo de nuestro querido Orfila, pues sus palabras demuestran el cariño y la amistad que te profesa.
Y lo segundo, desearte suerte y buen viaje.
Un fuerte abrazo.
Gran homenaje, amigo orfia, para un cofrade que se va de esta querida ciudad...
Amigo palquillo encantado de conocerte y buen viaje...
Un abrazo.
Querido Palquillo, sin conocerte veo que eres amigo de mi amigo que tampoco conozco.
Como te vas de viaje rezo a mi Señor de la Salud y Buen Viaje por ti.
Muchas suerte. Ha sido un placer.
Bellísimo homenaje... A pesar de no conoceros personalmente, os deseo un buen viaje a ambos. Tal vez hayais llegado y vuelto , pero queda dicho.
Un abrazo a los dos
Palquillo.
Pues aunque de forma anónima, gracias a todos por las palabras de ánimo y por la acogida.
Con la venia de los presentes, os aseguro que me asomaré a menudo desde el otro lado del charco para seguir manteniendo el contacto con mis tradiciones, mi gente y los nuevos amigos.
anónimo, conozco México pero no este Departamento. De todas formas mi humilde consejo es que abras bien los ojos y disfrutes muhísimo de lo todo que veas. Y que no lo cuentes. Te doy ideas: guacamole al adobo.
Vas a un país alucinante
Un abrazo
Gracias a todos por vuestros comentarios.
Estoy de trabajo hasta arriba...así que, disculpad mi ausencia.
Saludos.
Suerte a los dos, tanto al que llega como al que se va.
Hermosas palabras Orfila, almíbar sobre el teclado, absolutamente...
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